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Lo sugerido en este
artículo tiene solo carácter informativo y nunca podrá utilizarse
para auto-medicarse o en sustitución del diágnóstico del médico.
Pánico crónicoLas crisis de angustia, de miedo o pánico, aparecen en los trastornos de ansiedad, y los pacientes que las sufren presentan como denominador común "una sensación de temor o miedo frente a una amenaza desconocida".En las crisis de angustia, el paciente siente repentinamente un miedo intenso o un malestar insoportable, con sensación de peligro inminente por espacio aproximadamente de diez minutos. Se caracteriza por palpitaciones o sacudidas del corazón, sudoraciones, temblores, sensación de ahogo o falta de aliento, opresión en el pecho, náuseas o malestares abdominales, inestabilidad, mareos o desmayo. En ocasiones se siente un nudo en la garganta, calambres o adormecimiento, sensación de extrañeza, como si el paciente estuviera soñando o en otro lugar. También miedo a morir o a volverse loco. Todo ello sin que exista relación directa con otra enfermedad. A menudo se sufre de agorafobia, ese miedo a encontrarse en lugares o situaciones donde puede resultar difícil escapar, lo que trae como consecuencia un retraimiento social y, por ende, el abandono de la escuela o el trabajo. Frecuencia y gravedadLa frecuencia y gravedad de las crisis son muy variables: desde una por semana hasta más de una por día. Los eventos vitales se manifiestan de forma individual, pero las dificultades más comunes que se generan se vinculan con las relaciones interpersonales: con la pareja, padres, hermanos y jefes o superiores en la escuela o el trabajo, y dificultades de índole doméstica. Las crisis aparecen abruptamente, comenzando por el miedo a algo desconocido, para volverse cada vez más complejo y llegar a convertirse en temor a padecer otra crisis, puede formar parte de alguno de los trastornos de ansiedad —fobia social, o estrés agudo, por ejemplo— o ser una entidad en sí misma, llamada trastorno de angustia o desorden de pánico, que hasta hace algunos años era conocida como neurosis de angustia. Existe una peligrosa asociación de las crisis de angustia con
los intentos suicidas, el trastorno depresivo mayor y los de ansiedad.
Por diversas causas, estas crisis las hemos visto asociadas
también a
la epilepsia y en toxicomanías. Causas
Se desconocen aún, aunque se invocan diversas
teorías que intentan
explicar sin resultados concluyentes el desencadenamiento de estas
crisis. Recientes investigaciones afirman la existencia de agentes
productores de pánico inducidos desde áreas del cerebro. DiagnósticoSe considera que se sufre de pánico cuando presenta el cuadro clínico típico que describimos, y una vez que se hayan descartado alteraciones orgánicas que pueden ser generadoras de ansiedad, como los trastornos endocrinos, tóxicos, enfermedades pulmonares obstructivas y tumores cerebrales. IncidenciaSe presentan en personas de cualquier parte del mundo, tienen
una
prevalencia que oscila entre un 1 y un 2 por ciento y la edad de
comienzo es entre los 20 y los 50 años. En cuanto al sexo, es
más
frecuente en mujeres. TratamientoEl tratamiento, que dura alrededor de un año, es integral, con medicamentos antipánicos y una estrategia de psicoterapia dirigida fundamentalmente a suprimir la ansiedad anticipatoria: el miedo a sufrir otras crisis. El médico debe decidir la conducta a seguir. Ahora bien, el control de las crisis, su seguimiento aun después de desaparecidas, debe ser realizado por un especialista en Psiquiatría. En la prevención y control desempeña un importante papel
la familia, especialmente
los padres, con la atención a los problemas afectivos de sus
hijos. Otras enfermedades humanas aquí. El uso de los medicamentos sin receta en el tratamiento de enfermedades aquí. Para ir al índice general del portal aquí. |